Tras el anuncio de que liberará el cargo a quienes naveguen por páginas nacionales con la condición de que adquieran un módem especial, tengan un determinado plan de llamadas y bajen su velocidad a 300Kbps, algunos medios de comunicación insisten en llamar a este truco publicitario como una "revolución de internet". Pero, ¿de qué sirve internet cuando no puedes ver ninguna página .com, o revisar hotmail, gmail, msn, facebook o comprar un pasaje en Lan.com? Un bodrio más de Telefónica.
Hoy en La Tercera me entero que Telefonica permitirá navegar por sitios nacionales de forma gratuita a todas las personas que adquieran un determinado plan de llamados, conocido como "Post-Pago"; es decir, los antiguos planes, sin cuentas controladas ni nada eso. Hasta el minuto (y no se indica si es por disposición técnica o requerimientos de la implementación) sólo este segmento podrá optar a la nueva modalidad de navegación local gratuita.
Sin embargo, deberán comprar un módem que vale 30mil pesos. Y aceptar una velocidad de sólo 300kbps.
La conectividad entre los usuarios y las redes que ofrecen tanto información como contenidos, servicios o productos y que se alberga en internet a lo largo del mundo, se ve restringida cuando una iniciativa como esta -que podría verse como una mera ampliación del número de usuarios a un bajísimo costo para la empresa proveedora- pone límites al acceso que las personas puedan tener sobre distintos contenidos alojados en la red; retrasa, asimismo, el contacto entre el usuario y los contenidos, puesto que la velocidad ofrecida es infinitamente inferior a la de los planes normales; y genera un sesgo de desinformación entre los incautos que puedan llegar a contratar este tipo de servicio.
Seguramente, el servicio tendrá la opción de contratar "navegación libre", o bien, comience a utilizar este "plan básico de navegación" (entiendase como navegación restringida) y a partir de ello, incluirá -tal como lo hace el paquete de televisión digital que ofrece Telefónica- combos con sitios extranjeros, o educativos, que tendrán un costo exponencial cuando el usuario incauto que contrate este plan se logre dar cuenta que le han metido el dedo en el orto una vez más.
En Europa, y precisamente ayer, el parlamento europeo rechazó la posibilidad de que los Estados pudieran controlar a su antojo la navegación de los europeos. El propósito de esas reformas legislativas era la de frenar la descarga de archivos sujetos a derechos de autor (música, cine, software, y videojuegos) tal como lo solicitaba la industria cultural mundial, mediante sanciones como la desconexión.
Es curioso que, precisamente, al otro día de la sentencia, la transnacional española Telefónica genere una estrategia comercial para poner un cebo a los potenciales nuevos clientes de la promoción: podría ser que tras el fracaso de la iniciativa en Europa, signifique que las restricciones de la industria en internet se muevan por las aristas que ofertan los proveedores de comunicaciones en territorios de consumidores pasivos, como Chile.
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