
La deforestación y la quema de selvas tropicales en países como Brasil o Indonesia es la segunda fuente de emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera, según un informe hecho público en el Reino Unido que insta a tomar "más en serio" ese aspecto en la lucha contra el cambio climático.
"Si perdemos la batalla contra la deforestación, perderemos la lucha contra el cambio climático", aseguró a hoy Andrew Mitchell, director del Programa Mundial Copas de Arboles (GCP, en sus siglas en inglés), que elaboró el informe.
"Reducir la deforestación ofrece la mayor oportunidad para disminuir la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera en las próximas dos décadas, a un coste mucho menor que mediante grandes infraestructuras y de forma mucho más rápida", añadió.
Entre un 18 y un 25 por ciento de las emisiones globales de dióxido de carbono emitidas a la atmósfera son consecuencia de la deforestación, sólo superada por el sector energético, responsable de alrededor del 24 por ciento, mientras que la industria y el transporte producen cada uno de ellos un 14 por ciento.
El sector de la aviación, en concreto, es responsable sólo de entre un dos y un tres por ciento de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, según el estudio, que extrae sus cifras de los últimos trabajos sobre cambio climático presentados por la ONU y en el informe Stern, patrocinado por el gobierno británico.
Los bosques tropicales almacenan entre 120 y 400 toneladas de carbono por hectárea, por lo que al quemarlos emiten grandes cantidades de gases de dióxido de carbono a la atmósfera, que son de aproximadamente 400 millones de toneladas por año en Brasil y de 350 millones de toneladas por año en Indonesia, según el GCP, que tiene su sede en Oxford (sur de Inglaterra).
El porcentaje de emisiones de dióxido de carbono causadas por la deforestación asciende en Brasil hasta el 70 por ciento y hasta el 85 por ciento en Indonesia, que se ha convertido en el tercer mayor emisor global de gases de efecto invernadero.
El estudio destaca que la deforestación es, en gran parte, causada por la expansión del sector agrícola en países tropicales para satisfacer las demandas de las naciones occidentales de productos como aceite de palma o soja.
"No se trata de culpar a Indonesia o Brasil o cualquier otro país. La única opción que tienen para satisfacer esa demanda es talar sus bosques. La única opción que tienen de obtener valor de sus bosques es talándolos", indicó Mitchell, que abogó por dar una respuesta global al problema.
A pesar de ser una de las principales causas de emisión de gases de efecto invernadero, el debate internacional sobre como mitigar el cambio climático ha estado centrado en la reducción de las emisiones causadas por los sectores energético y de transportes, destaca el GCP.
El Protocolo de Kioto excluye los incentivos financieros por la reducción de las emisiones causadas por la deforestación o por la conservación de las selvas tropicales existentes.
El GCP tiene como objetivo integrar los estudios forestales a nivel mundial en un programa de investigación y conservación, enfocado hacia el entendimiento del papel fundamental que cumplen las copas de los árboles en la biodiversidad y en los cambios climáticos, en un plazo de diez años.
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