
El informe Stern fue encargado en julio de 2005 por el ministro británico de Economía, Gordon Brown, quien contrató al ex vicepresidente de Estados Unidos Al Gore como asesor internacional en materia de medioambiente.
El informe señala que las temperaturas globales pueden aumentar entre dos y tres grados centígrados en los próximos cincuenta años, mientras que de seguir en alza la emisión de gases contaminantes, el calentamiento puede ser aún mayor, con consecuencias severas para los países más pobres.
Todo indica que el gobierno británico -y así como lo han hecho ya otras administraciones políticas europeas- ha aceptado los pronósticos y mediciones científicas sobre calentamiento global dentro de sus políticas económicas, sugiriendo invertir un 1% del PIB mundial en medidas preventivas y comprometiéndose a disminuir las emisiones de CO2 en un 60% en los próximos 44 años.
Lo complicado del caso chileno -y a diferencia del gobierno británico- es que aquí no se puede destinar un porcentaje del PIB a prevenir los efectos que tendrá el cambio climático porque no existe siquiera una estructura administrativa especialista. Chile no cuenta con un Ministerio del Medioambiente, aunque la "diversidad de ecosistemas" sea una reiterada carta de presentación del gobierno frente a otras economías. Aunque sí existe voluntad de incorporar las Energías Renovables No Convencionales (ERNC) para disminuir las emisiones de CO2. Pero, ¿por qué aún no existe un Ministerio del Medioambiente en Chile?

Los empresarios como Matte o Angelini seguro creen que un Ministerio del Medioambiente efectuará una labor de supervigiliancia efectiva con atribuciones que la CONAMA no porta en este minuto. Y, en teoría, están en lo correcto.
Sin embargo, la promoción de un Ministerio del Medioambiente que sea autónomo de otras reparticiones del Estado implica la aceptación de modos de producción sustentables, otorgando un valor agregado incomparable a las empresas que adopten la sustentabilidad ambiental como requisito, asunto que un empresario con visión sabrá aprovechar.
En el actual escenario, desde Codelco hasta Celco están infringiendo normas ambientales sin causar espanto en ninguna autoridad. Esa es la mayor traba, la irremediable fractura que produciría la creación de una entidad autónoma que promulgue el "conocimiento" instalado hace ya décadas en organismos de derecho ambiental o grupos ecológicos: consagrar al MedioAmbiente como un Bien Común. Es la única forma de combatir los efectos del calentamiento global, y la única de proscribir al Miedo-Ambiente.
2 comentarios:
1 cosa: no sirve de nada que se cree un Ministerio si este no adquiere poder politico y por ende peso en la toma de decisiones gobernamentales. Una forma, he leido por ahí, es que este "ministerio" debe tener independencia técnica (cual banco central ) y no como una especie de superintendencia que se preste solo para solucionar entuertos baratos.
Una visión de largo plazo dicen, una evluación ambiental estratégica, así como las que existen en el ambito de la macroeconomia o defensa, que finalmente tome el tema del medioambiente como, dices, un bien común
Aqui en la oficina....que se dedican a eso....ven el asunto bien nebuloso, en términos prácticos la CONAMA actúa de forma antojadisa y si uno no tiene contactos políticos está out del sistema, muchas veces las EIA son incoherentes con los propositos finales de los mismos proyectos y eso por solo mero muñequeo e intransigencia política....
En fin....para que preguntar de los recusos presupuestarios....que probalemente como mucho huele a corrupcción.
saludos
si tienes razon en lo que dices. Hablando con un amigo que trabaja en la CONAMA, me contaba que en rigor no se creará un Ministerio, sino que a la misma COMISION NACIONAL (integrada por diversos ministerios que transan según sus intereses en los temas relativos al medio ambiente) será elevada a rango ministerial, lo que mantendría su estructura y crearía una suerte dE "CONSEJO ASESOR" (imagino), tal como ocurrio con el Consejo de Cultura. Esa modalidad, presuntamente "ministerial", carecería de la autonomía e independencia técnica que tu señalas, y sería una continuación de la infértil estructura de la CONAMA.
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